🇨🇴 Paola Bohada y Mauricio Fernández, los más destacados de los Juegos

Los nadadores con aletas Paola Bohada de Bogotá y Mauricio Fernández de Valle fueron los deportistas más destacados en las competencias de piscina de los XVIII Juegos Deportivos Nacionales de Colombia.

Paola Bohada. Reina indiscutible en 4 Juegos Nacionales

“He pasado más de la mitad de mi vida metida en una piscina y creo que ha sido suficiente. Di todo lo que tenía y me voy siendo la número uno”, dice con algo de nostalgia Ivonne Paola Bohada Aza, la mejor nadadora con aletas de la historia de Colombia y reina absoluta de los Juegos Deportivos Nacionales en los últimos 12 años.

En San Andrés, en donde espera participar en la última competencia de su carrera, la tolimense, nacida el 23 de marzo de 1978, repasó su exitosa carrera y explicó algunas de las razones por las cuales el deporte colombiano, aunque ha mejorado, todavía está lejos de la élite mundial.

“Me metí en el mundo del deporte porque mis papás (Álvaro y Esperanza), me inscribieron en una escuela de natación. Después estuve en los equipos de la Anexa Femenina, el Liceo Nacional y la Liga del Tolima”, recuerda Paola, quien apenas a los 14 años decidió que se dedicaría seriamente al deporte.

Sin embargo, la rigurosidad y obsesión de uno de los entrenadores que tenía por poco acaban con su carrera. “Ya me controlaba en exceso, así que decidí cambiarme a la especialidad de aletas, que en ese entonces estaba en furor en Neiva. Allí Ómar Lozano, promotor de esa disciplina, me vinculó”.

Eso era lo suyo

Y en menos de un año Paola ya era campeona nacional, pues se colgó una medalla de oro y cuatro de plata en los Juegos de Santander, en 1996, y había participado en el mundial juvenil en Eslovaquia.

Después se fue a estudiar bacteriología en Bucaramanga y dejó de practicar, aunque la liga de Antioquia la vinculó a su plan de talentos y la preparó para los Juegos de 2000, en Boyacá y Nariño, en los que ella logró ocho oros y una plata para la delegación paisa.

Y luego de esa buena presentación se radicó en Bogotá, en donde vive feliz hace seis años. Con el equipo capitalino logró 10 medallas en los Juegos de 2004 (ocho de oro, una de plata y una de bronce) y lleva nueve (siete oros y dos bronces) en las justas que se realizan en Cali y San Andrés.

Precisamente ahora está en la isla entrenando para las pruebas de relevos en aguas abiertas, en las que aún no sabe si participará. “Los 3.000 metros no son mi especialidad y hasta el miércoles se definirá quienes nadarán”, señala Paola, quien lamenta que su deporte no haga parte del programa olímpico, pues eso le ha quitado muchas posibilidades: “Las actividades subacuáticas se han desarrollado sobre todo en Europa y Asia. En Suramérica el nivel es muy bajito y apenas en Venezuela y México se está afianzando. En la región, Colombia es la mejor”, cuenta.

“Nos ha faltado mucho apoyo, mayores recursos para foguearnos y entrenar con los mejores. Como no estamos en el ciclo olímpico, pues no hay presupuesto. Seguro que habría logrado cosas mucho mejores con mayor ayuda”, lamenta Paola, quien sin embargo está orgullosa de lo que le ha dado al deporte y agradece lo que el deporte le ha retribuido.

“Sobre todo la formación, la disciplina, las buenas costumbres. También me ha permitido realizarme profesionalmente”, admite, pues hizo una especialización en administración deportiva y actualmente es la coordinadora de las escuelas de formación en natación del IDRD.

Bohada ha participado en múltiples campeonatos mundiales y en ellos su mejor actuación fue el cuarto puesto que logró en los 50 metros superficie en Grecia 2002.

Paola anunció que se retira de las piletas porque considera que ya es tiempo de dedicarse instantes para ella misma, luego de tantos años de entrenamientos. Se va en su plenitud y siendo la mejor, pero seguirá vinculada a la actividad física, pues pretende iniciar una carrera como dirigente.

Atrás quedaron cientos de trofeos y medallas, entre ellas 33 que la convierten en la reina de los Juegos Nacionales, pero sobre todo la satisfacción de haber cumplido durante más de media vida metida en una piscina.

Luis Guillermo Ordoñez / El Espectador

Mauricio Fernández. El Rey dorado de Valle

 El lazo que une a Mauricio Fernández Castillo con las actividades subacuáticas se comenzó a forjar desde el vientre de su mamá, quien aún cuando se encontraba en embarazo del hoy campeón continuaba tomando la línea de partida en competencias de dicha disciplina.

Veintiún años después, en la noche del pasado viernes, era Mauricio quien esta vez se encontraba listo a esperar la orden de salida para iniciar la prueba de los 4×100 relevos masculinos, competencia que lo llevó a convertirse en el rey parcial de los XVIII Juegos Nacionales.

“En cada competencia peleé cada medalla como si fuera la primera. Obviamente en la primera sentí muchos más nervios, pero sabía que no podía relajarme y que tenía que nadar fuerte y al mismo ritmo en todo momento”, dice el nadador.

Fernández terminó con un total de siete preseas doradas en su cuenta personal y contribuyó a que el departamento se coronara campeón de la disciplina al sumar once oros. De paso superó su actuación de las justas nacionales anteriores, donde se colgó seis oros.

Mientras para muchos el logro de Mauricio es toda una sorpresa, para el mismo deportista —quien a los 3 años de edad ya se atravesaba sin ninguna dificultad la piscina de la Universidad del Valle—, para sus entrenadores y sus padres, es tan sólo el resultado de muchos años de trabajo y de sacrificio.

“Cuando Mauricio estaba pequeño me acompañaba a los entrenos a la universidad; él se metía a la piscina a recibir las instrucciones y las seguía a cabalidad a pesar de que los implementos para competir le quedaban grandes”, manifiesta Mauricio Fernández padre.

La constancia y la dedicación son la clave de este deportista que todos los días, a las 4:30 a.m., acude a las piscinas para iniciar su jornada de entrenamiento.

Además de ir a las piscinas, Mauricio estudia francés en la Alianza Colombofrancesa, asiste a clases en la Universidad Icesi, donde cursa séptimo semestre de Ingeniería Industrial y va al gimnasio a cumplir con su rutina de ejercicios.

La vida de este nadador corre casi a la misma velocidad con la que él se desenvuelve en las competencias. Sin embargo, asegura que hay tiempo para todo: “Hago lo que cualquier joven de mi edad, aunque es más restringido porque sé lo que quiero y cuáles son mis metas”.

Hasta hace seis meses nadie le apostaba a una buena cosecha de medallas en esta disciplina por la falta de recursos de la Liga. “Había que tocar fondo y nosotros lo hicimos. Faltando dos meses para los juegos llegó el entrenador Fabio Delgado de España y gracias a él representamos al Valle con honor”, asegura el nadador.

Después de un año y medio sin conocer una victoria, Mauricio Fernández respira profundo, con la satisfacción del deber cumplido.

Al término de la última prueba, sus ojos llenos de lágrimas hablan por sí solos del sacrificio y las dificultades que tuvieron que ser sorteadas para alcanzar la victoria. Ahora la meta es otra, seguir escribiendo su propia historia en la natación con aletas, esta vez en el campeonato mundial que se realizará en Túnez en julio del 2009.

Khaterine Mora Hoyos. El Pais

Última actualización: 30 agosto 2019

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